Elige tu idioma

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Gracias!

7/4/12

Voy a ser tus cimientos cada vez que los necesites.

Ha pasado demasiado tiempo, tiempo de echarte de menos, tiempo que te llega a enriquecer como persona, envejecemos, los sentimientos nos enseñan que las cosas que siempre hemos soñado tienen lugar en un mundo real, que la esperanza de encontrar lo que necesitamos no tiene que perderse, yo por ejemplo la tengo a 350km.
¿Tiempo, distancia…? No siento cierta simpatía por las dos palabras, pero por desgracia están presentes en mi vocabulario diario, como si estuviesen marcadas al rojo vivo en mi piel.

Que me haya acostumbrado a tenerte lejos no quiere decir que mis sentimientos no salgan a flote cada vez que recuerdo una despedida. Creo que nunca superaré que un tren te quite de mis manos. Pero tampoco cesarán los que tengo cuando ese tren llega. La seguridad de saber que estás bien, que me quieres, que has venido exclusivamente a ver a alguien como yo, alguien simple. Verte bajar del tren y hacer desaparecer la distancia tan fácil como con un chasquido. Tomar aire y saber que te tengo conmigo, que cada paso que das es uno que te acerca a mí, que tienes los ojos más bonitos que el mundo y el universo han podido ofrecer a un ser humano, acompañados de esa mirada que provoca unas cosquillitas que suben por mi espalda y que se acumulan en mi barriga.
Darte la mano y que nuestros dedos encajen a la perfección. Y en esa pequeña fracción de tiempo Valencia y Barcelona pasan a ser las ciudades del amor, mandando a tomar por culo la fama de París y sus derivados. Las mariposas citadas anteriormente se empiezan a agitar y el fuego de las dos ciudades empieza a arder con pasión, haciendo que dos labios solitarios, se junten. Como consecuencia las mariposas acaban convirtiéndose en un ecosistema entero, donde no hay distancias, no hay sufrimiento, todo desaparece. Se crea un universo paralelo al nuestro, donde tú y yo, dos corazones deseosos de amor consiguen estar unidos, manifestando su amor a través de latidos, unos latidos que forman un compás que más de uno querría escuchar. Pero son las cosas del amor, de un sentimiento puro.
 
Y me podría pasar milenios traduciendo lo que el corazón me dicta, sin suspicacias.
Sé de ti como nadie. Eres un código que conozco a la perfección. Y estoy segura de que si algún día lo dejamos, irá contra de la partitura de nuestra voluntad. Estoy segura al cuatrocientos por cien de que esto tiene futuro, y que nos queremos.
Nunca ha dejado de asombrarme la nitidez con la que encajan dos perfiles de piezas tan sinuosas. Que tengamos un exterior diferente, y que vengamos de lugares distintos no quiere decir que lo que llevemos dentro sea dispar. Nuestros actos nos delatan y este amor es recíproco, estamos hechos el uno para el otro y puedo respirar tranquila sabiendo que estoy con alguien que me quiere y que me ve especial.
El que me hará el desayuno, el que me mimará y me hará masajes cuando mi espaldita tonta lo necesite, el que hará que mi corazón sufra una sobrecarga de amor, el niño de mis ojos, mi locura, mis ganas de seguir viviendo, mi día a día.
Es difícil hacerse más grande de lo que ya es por sí mismo, y aún más complicado el haberse convertido en el amor de mi vida.
Mi día a día ha cambiado, trecientos cincuenta kilómetros y una personita tan tan tan tan dulce como tú han tenido la culpa.
Me siento bien, llena. Desbordo alegría por cada poro de mi piel. Disfrutare de esto hasta que tú no quieras continuar, o la luz del sol deje de despertarme cada mañana. Gracias por hacerme sentir tan especial.


PD: Te quiero.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario