23-7-10 {A year}.

Ya nada es suficiente y no me quedan más maneras para expresarlo, no puedo plasmar tanto vivido.

Cuando te toqué, rompiste todos los malditos esquemas y convertiste tus caricias en algo indescriptible, es la primera vez que me quedo sin palabras.
Y hoy, un día menos en mi calendario, otro día tachado, esperando con ansias vernos.

Me declaro oficialmente adicta a ti, por tu manera de hacer gigantes cosas pequeñas.
Por estar ahí cuando me cegaba otro tipo de luz. Por hacerme soñar aún, a pesar de que me haya derrumbado alguna que otra vez, por ser el único que me ha demostrado de verdad, que cada día contigo ha valido la pena, por eso de las 156 horas que he pasado a tu lado me las quedo todas, pero si hay algo de lo que estoy orgullosa es de hacer un año contigo 365 días, que van encaminados hacia un largo futuro juntos.

Quiero que sepas todo, que te sumerjas en mi mundo y conozcas el efecto de un te quiero saliendo de tus labios sobre mi piel, en un susurro que estremece hasta el último de mis nervios sensitivos, contradiciéndote, llamándome insensible por no contestarte como debería, pero estoy muda de palabras ya que tú has dicho todo lo que necesitaba escuchar para saber que hoy es hoy y los días que me quedan serán tuyos y míos, y del tiempo que me hará ver pasar los años rápido acompañados de tu sonrisa hipnotizante para unos tristes labios a los que tu mirada le regala fracciones intensas de cariño y canciones no escritas perfectas, como la melodía insaciable que marca el compás de tus latidos, como el día que te sentí dentro mí, con solo un abrazo desquiciante, solo pasión de un órgano que necesita ahora y siempre gritarte que eres el todo que ansia el mundo para ser más humano, menos amargo y sublime como cogerte de la mano y sentir que tus neuronas pasan a través de ella, controlando mis actos, llevándote mi voluntad porque sin ti soy inerte, sin capacidad para amar ni padecer, hasta el punto de no saber lo que quieres de mi y lo que somos, tu y yo, acabado en la palabra nosotros. Aun con el mundo que me has regalado, solo quiero de él una pequeña isla desierta, apartada de quien nos hace daño, donde vivir mirando a los infelices que no comprenden que nosotros somos el símbolo del amor de los dioses, del que Afrodita siente envidia, del que hasta yo a veces soy incrédula, porque eres el regalo más grande que me podía dar el universo lleno de estrellas y mundos lejanos, pero no quiero nada ni de este mundo ni de ninguna galaxia, solo te quiero a ti, el idiota que cosió 100 veces un corazón para que fuera feliz.

No es el momento ni el lugar exacto para celebrarlo, tú aquí y yo allí, por eso le guardo rencor a la distancia, por ser envidiosa e interponerse entre algo que es nuestro. No quiero repetirte cosas que ya sabes de sobras, pero no quiero que falten mis dos palabras favoritas,” te quiero”, así cada vez que leas esto, te lo creas, porque es la verdad,  porque sí, así lo siento y sentiré siempre.
Miro tu carita y eres tan bonico, que nada te podría estropear.

Tú, esas cosas, tan sencillas, tan complejas, tan coherentes, tan tuyas, son como si me aclararan la tempestad que de repente ahora siento, y que ha hecho salir el sol muchas veces, gracias por ello mi querido gatito meteorólogo.

Que si hay rayos, serán fotografías para que la gente vea lo felices que somos, que si hay truenos serán las discusiones que finalizaremos abrazados, que si hay un día soleado iremos a la playa, a tomar el sol o rebozarnos en la arena como croquetas, que si hace calor, nos mojaremos saltando sobre seco, que si llueve, caerá sobre mojado, porque ya bastantes lágrimas han caído sin tener que caer, sin ser necesitadas, porque prefiero que tengamos sequía  y si vuelve a haber lluvia, que sea el mayor diluvio universal, porque estaremos juntos, para quitarnos la lágrimas con pequeños besitos, sí, esos que te hacían temblar.

Que si quieres, bajamos la luna con una cuerda, y seguimos haciendo locuras hasta hartarnos, como burlar a la distancia, pero una que tengo pendiente es  tatuarme entre la piel el símbolo de infinito, nuestro símbolo, para que cada vez que lo veas te sientas aliviado, porque cada día es único y nunca habrá uno que ponga fin.

Es el veintitrés el número que me hace perder una y otra vez la cabeza, es el veintitrés quien me regala un sí a la superstición y es el veintitrés quien me quito el aire un día y ahora ha vuelto para devolverme una sonrisa. Y te doy las gracias por ello, la vida es reír, y el morir es una broma, es cierto, que todo es un espectáculo, así que haz que el público disfrute, que rían donde vallas, y recuerda, que la última risa está en ti.
Siempre mira el lado positivo de la vida, y cuando te des cuenta la pesadilla habrá terminado, sé valiente, enfréntate a todo, no te derrumbes.

Y como me dijiste cuando éramos hermanos: - Las cosas bonitas se hacen esperar.
En mi caso, tardé 15 años en darme cuenta de que en otra parte de España me aguardaba el amor de mi vida.

Haz que la gente sepa valorar lo que eres, porque lo que llevas ahí dentro es oro y sinceramente, es envidiable.
Esta princesa que está en la torre, tiene los días contados, porque seguro que Mario Bross, la va a rescatar por siempre, porque tú y yo sabemos que es capaz de dar la vida por su amada. ¿Quieres saber qué es lo único que no me gusta de ti? Que seas tan egoísta de amarme tú más de lo que yo puedo querer alguien, lo odio, y por ello te maldeciré millones de veces con una vida al lado de quien desees vivirla porque yo no te merezco, pero si mereces que yo lo intente.

Eres quien eres dentro de mí, porque ni hoy ni mañana, ni juntos, ni separados seremos como los demás, hace mucho que aprendí a acariciarte desde lejos y te has convertido en una rutina, mi rutina, de la que no quiero cansarme nunca. Quiero que la monotonía reine en mí el resto de mis días, te quiero a ti conmigo, aquí. Los dos sabemos que esto es verdadero, a pesar de que el amor no se vea, ni se pueda percibir a través del tacto, no se define y sinceramente no podría decirte donde encontrarlo, solo que yo sé que lo conozco y se llama David.

Felices 365 días, nos separan 543 km, pero solo tú sabes mantener viva la llama que hay entre nosotros, lo que no sé es como consigues que no deje ni un minuto de pensar en ti, te quiero.

¡¡MUY MUY MUY IMPORTANTE!!

PD: cuando estés rallado, cuando te sientas solo, cuando creas que el mundo se te viene encima, lee esto, atrapa los sentimientos que hay entre estas líneas, ponte la mano en el pecho, mi corazón está dentro de ti y así será siempre.

-Laura.